Las Iglesias bautistas es un movimiento evangélico iniciado por John Smyth en Holanda en 1609, y Thomas Helwys en Inglaterra en 1612.

Las Iglesias bautistas o baptistas nacen en el seno de la Iglesia anglicana. Los bautistas tiene su origen en un movimiento iniciado por el inglés John Smyth en Amsterdam, el cual, debido a sus creencias puritanas y congregacionalistas, rompió con la Iglesia anglicana en 1606.

Las principales ideas en las que se apoya este movimiento están manifestadas en la Confesión Bautista de Fe de 1689. El contenido de dicha confesión es el siguiente:

  • Fe en las Escrituras
  • Fe en Dios y trinitaria
  • Fe en los decretos de Dios
  • En la creación de Dios
  • En la divina Providencia
  • En la caída del hombre, en el pecado y el castigo del mismo
  • La alianza de Dios con el hombre, en la economía de la salvación
  • Cristo como único mediador
  • El hombre es libre
  • Dios le llama
  • Dios le justifica
  • Dios lo adopta como hijo
  • Lo santifica
  • Solo la fe salva
  • El arrepentimiento es necesario para la salvación
  • Las obras no salvan, pero el creyente practica y vive la caridad
  • Los santos perseveran en la fe
  • El creyente tiene la seguridad de la gracia y la salvación
  • Dios puso la ley moral para determinar lo bueno y lo malo
  • Del Evangelio y de la extensión de la gracia del mismo
  • De la libertad cristiana y la libertad de conciencia
  • De la adoración religiosa y el día de reposo
  • De los juramentos y votos legales
  • Del magistrado civil
  • Del matrimonio
  • De la Iglesia
  • De la comunión de los santos
  • Del bautismo y la cena del Señor
  • Del bautismo
  • De la cena del Señor
  • Del estado del hombre después de la muerte y de la resurrección de los muertos
  • Del Juicio Final

A lo largo de treinta y dos capítulos se van desarrollando las diferentes ideas, que se pueden resumir en las siguientes: el fundamento de la fe en las Sagradas Escrituras y el bautismo como manifestación del compromiso para vivir esa fe en todas las áreas de tu vida. Las Iglesias bautistas son de tradición congregacionalista, es decir, que el poder ejecutivo reside en los miembros legales de la comunidad y no en el pastor.

Algunas de estas Iglesias han negado ser litúrgicas, pero el orden del culto es en esencia otro tipo de liturgia. Las Iglesias bautistas ponen el púlpito en el centro, y no en el lateral como era tradición, para dar primacía y lugar central a la predicación de la Palabra de Dios, lo verdaderamente importante en la celebración cúltica.